tratamiento de conducto
Un tratamiento de conducto radicular es un procedimiento dental sofisticado diseñado para salvar dientes severamente dañados o infectados mediante la eliminación del tejido pulpar afectado en el interior del diente. Este tratamiento esencial preserva la estructura natural del diente mientras elimina el dolor y evita la necesidad de extracción. El procedimiento implica limpiar y modelar cuidadosamente las cámaras internas del diente utilizando instrumentos y técnicas endodónticas avanzadas. Los tratamientos modernos de conducto radicular incorporan tecnología de imagen de última generación, como radiografías digitales y escaneo 3D, para garantizar una navegación precisa del complejo sistema de conductos radiculares. El procedimiento generalmente comienza con la administración de anestesia local, seguida por la creación de un pequeño punto de acceso en el diente. Luego, herramientas especializadas eliminan el tejido infectado, y los conductos limpios se rellenan con un material biocompatible llamado gutapercha. Finalmente, el diente se sella con una obturación permanente y a menudo se protege con una corona para restaurar su funcionalidad completa. Este tratamiento ha evolucionado significativamente gracias a los avances tecnológicos, ofreciendo ahora experiencias más rápidas, cómodas y con resultados altamente predecibles.